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Todo lo que usted quería saber sobre el dinero y nunca se atrevió a preguntar
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Norma Pons, Gustavo Garzón y Ronnie Arias forman parte de un ecléctico elenco que a partir del sábado dará vida a un espectáculo que promete ritmos cambiantes y reflexiones sobre la economía local.
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Ronnie Arias todavía no llegó de Nueva York. Mientras tanto, en el escenario del Maipo están haciendo una pasada de Cash, el espectáculo de José María Muscari que, fiel a su costumbre, tiene un elenco que da cuenta de una búsqueda en sí misma. Veamos: Daniel Aráoz, Belén Blanco, Juan Carlos Dual, Nacho Gadano, Gustavo Garzón, Norma Pons y Ronnie. Y pocos días antes del estreno, allí están todos (casi todos) ajustando detalles. Norma Pons y Juan Carlos Dual se sacan chispas en medio de un complejo mecanismo de puesta hasta que llega Ronnie, vienen las fotos para la nota y a buscar refugio en un bar para charlar con tres de ellos.
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"Uno desea hacer siempre algo distinto, y este espectáculo es diferente. Algo intuía de todo esto. No sé por qué le simpaticé a Muscari, por qué le gusté, pero terminó escribiendo algo para mí, especialmente para mí. Yo creo que me merecía hacer algo distinto, y cuando la semana pasada vino mi hermana a ver un ensayo me dijo: «Norma, esto es distinto» -cuenta la gran dama casi con orgullo y apelando a ese vozarrón inconfundible-. Mirá: Cash es una especie de comedia musical en la que, en realidad, no se baila ni se canta, pero en la que los seis actores nos movemos de un lado para el otro con una precisión increíble."
Sigue Ronnie (el séptimo actor en discordia), que se acaba de pedir un sándwich para bajar algunas calorías: "Me gustan los espectáculos de Muscari porque son como partidos... ¿cómo se llama eso?".
-¿Fragmentados?
-Eso, fragmentados. Por ejemplo, es muy importante lo que hace Gustavo [Garzón] porque su comunicación con el público es a través de lo que piensa. En medio de todo esto estoy yo, que voy caminando por ahí como si fuera un fantasma.
-¿Fantasma? ¿Maestro de ceremonias? ¿Narrador? ¿Qué...?
-Creo que soy José María en el escenario.
-¿Su álter ego?
-Sí. El que está contando el cuentito, el que agrega datos sobre los personajes. ¿Está bien lo que digo?
Parece que está bien porque nadie protesta. A lo sumo, Garzón acota: "Ronnie es un showman. Lo que él hace no lo puede hacer cualquiera. Va por otro registro...".
"Uno desea hacer siempre algo distinto, y este espectáculo es diferente. Algo intuía de todo esto. No sé por qué le simpaticé a Muscari, por qué le gusté, pero terminó escribiendo algo para mí, especialmente para mí. Yo creo que me merecía hacer algo distinto, y cuando la semana pasada vino mi hermana a ver un ensayo me dijo: «Norma, esto es distinto» -cuenta la gran dama casi con orgullo y apelando a ese vozarrón inconfundible-. Mirá: Cash es una especie de comedia musical en la que, en realidad, no se baila ni se canta, pero en la que los seis actores nos movemos de un lado para el otro con una precisión increíble."
Sigue Ronnie (el séptimo actor en discordia), que se acaba de pedir un sándwich para bajar algunas calorías: "Me gustan los espectáculos de Muscari porque son como partidos... ¿cómo se llama eso?".
-¿Fragmentados?
-Eso, fragmentados. Por ejemplo, es muy importante lo que hace Gustavo [Garzón] porque su comunicación con el público es a través de lo que piensa. En medio de todo esto estoy yo, que voy caminando por ahí como si fuera un fantasma.
-¿Fantasma? ¿Maestro de ceremonias? ¿Narrador? ¿Qué...?
-Creo que soy José María en el escenario.
-¿Su álter ego?
-Sí. El que está contando el cuentito, el que agrega datos sobre los personajes. ¿Está bien lo que digo?
Parece que está bien porque nadie protesta. A lo sumo, Garzón acota: "Ronnie es un showman. Lo que él hace no lo puede hacer cualquiera. Va por otro registro...".
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El camino por registros actorales diversos parece ser uno de los signos de esta propuesta. Por lo pronto, las carreras de cada uno de los siete intérpretes dan cuenta de tránsitos distintos y hay para todos los gustos: de la escena alternativa a personajes de la tele pasando por actores con enorme experiencia a algunos que están en el camino de ida. En ese sentido, Cash parece ser un choque de cráneos guiado por un director que goza con juntar lo que, a priori, parece imposible.
Gustavo Garzón vio por primera vez un espectáculo de Muscari (el mismo de Catch , de Mujeres de carne podrida, de Grasa y de tantos otros) hace tiempo. Lo primero que le gustó de sus propuestas fue la utilización del espacio escénico. "En ese sentido, es un innovador. Es un tipo muy humilde con mucha autoridad", destaca luego de haberse pedido el menú dos de la oferta de combos del bar ubicado frente al Maipo. Cuando Muscari le acercó Cash fue a ver En la cama y Crudo, otras obras de su factoría, para saber un poco en dónde se estaba por meter. Y se metió. Ahora él, un actor stanislavskiano egresado del Conservatorio, está rodeado de un elenco que hace honor al término ecléctico (palabrita un tanto bastardeada en estos tiempos). "El teatro de Muscari no pasa desapercibido, como sí sucede con varias propuestas de la escena comercial. Puede gustar o no, pero no te dormís. Y esta comedia, particularmente, me parece un hallazgo. Cuando me ofreció hacer En la cama sentí que no era para mí. Y cuando me volvió a llamar, y después de hablar mucho con él, pude apropiarme de la obra. Para hacer esto tenés que tener huevo", explica sin mucho rodeo quien hace de gay y muere por los shoppings.
"Es lo que dice Gustavo -acota ahora la dama, evitando toda palabrita soez-. Muscari llega del comercial pero no deja de ser del under . Yo sé del tema porque he trabajado mucho con gente como él, que ha llegado a mí como exponente del teatro comercial. ¿Me entendés? Pero cuando llegan al teatro comercial todos se comercializaron. Y yo lo que noto en Muscari es que se resiste a dejar el under."
El camino por registros actorales diversos parece ser uno de los signos de esta propuesta. Por lo pronto, las carreras de cada uno de los siete intérpretes dan cuenta de tránsitos distintos y hay para todos los gustos: de la escena alternativa a personajes de la tele pasando por actores con enorme experiencia a algunos que están en el camino de ida. En ese sentido, Cash parece ser un choque de cráneos guiado por un director que goza con juntar lo que, a priori, parece imposible.
Gustavo Garzón vio por primera vez un espectáculo de Muscari (el mismo de Catch , de Mujeres de carne podrida, de Grasa y de tantos otros) hace tiempo. Lo primero que le gustó de sus propuestas fue la utilización del espacio escénico. "En ese sentido, es un innovador. Es un tipo muy humilde con mucha autoridad", destaca luego de haberse pedido el menú dos de la oferta de combos del bar ubicado frente al Maipo. Cuando Muscari le acercó Cash fue a ver En la cama y Crudo, otras obras de su factoría, para saber un poco en dónde se estaba por meter. Y se metió. Ahora él, un actor stanislavskiano egresado del Conservatorio, está rodeado de un elenco que hace honor al término ecléctico (palabrita un tanto bastardeada en estos tiempos). "El teatro de Muscari no pasa desapercibido, como sí sucede con varias propuestas de la escena comercial. Puede gustar o no, pero no te dormís. Y esta comedia, particularmente, me parece un hallazgo. Cuando me ofreció hacer En la cama sentí que no era para mí. Y cuando me volvió a llamar, y después de hablar mucho con él, pude apropiarme de la obra. Para hacer esto tenés que tener huevo", explica sin mucho rodeo quien hace de gay y muere por los shoppings.
"Es lo que dice Gustavo -acota ahora la dama, evitando toda palabrita soez-. Muscari llega del comercial pero no deja de ser del under . Yo sé del tema porque he trabajado mucho con gente como él, que ha llegado a mí como exponente del teatro comercial. ¿Me entendés? Pero cuando llegan al teatro comercial todos se comercializaron. Y yo lo que noto en Muscari es que se resiste a dejar el under."
El chico informal
En medio de esta economía del mercado teatral, Ronnie Arias habla de Cash: "Está todo lo que estuvo pasando el año pasado con la guita llevado a una comedia delirante. Es la risa en medio de una situación dramática llevada al límite". Y, con ese ritmo de hablar que le dio fama, dispara preguntas sin respuestas: "¿Cómo nos manejamos con la plata? ¿Por qué nos lleva la plata a donde estamos? ¿Estamos con alguien porque lo amamos o porque nos conviene? ¿Qué es tener cash? ¿Quién lo comparte? ¿Está bueno compartirlo o hay que encanutarlo? Esa es la obra".
Esa es la obra según el ex conductor de Mañanas informales, que acaba de llegar de Nueva York directo al escenario (siempre tan glamoroso él) y que se moría de ganas de trabajar con Muscari. En un pasaje de la charla, Norma Pons confiesa estar cansada por el ritmo agotador de ensayos. Sin embargo, no hay que creerle demasiado porque en la pasada de recién la rompió. "¿Sabés qué pasa chiquitín? Muscari es un chico joven, yo no lo conocía. Y había que acoplarse a todo esto que pide. Para mí, que soy la mayorcita, Cash es un regalo, pero me costó mucho todo esto, no te creas..."
Ok, vamos a creerle.
Por lo pronto, el sábado comienza a funcionar la rueda de la fortuna. Y si además de todos los desafíos artísticos en juego va bien en boletería, el negocio de Cash será redondo.
En medio de esta economía del mercado teatral, Ronnie Arias habla de Cash: "Está todo lo que estuvo pasando el año pasado con la guita llevado a una comedia delirante. Es la risa en medio de una situación dramática llevada al límite". Y, con ese ritmo de hablar que le dio fama, dispara preguntas sin respuestas: "¿Cómo nos manejamos con la plata? ¿Por qué nos lleva la plata a donde estamos? ¿Estamos con alguien porque lo amamos o porque nos conviene? ¿Qué es tener cash? ¿Quién lo comparte? ¿Está bueno compartirlo o hay que encanutarlo? Esa es la obra".
Esa es la obra según el ex conductor de Mañanas informales, que acaba de llegar de Nueva York directo al escenario (siempre tan glamoroso él) y que se moría de ganas de trabajar con Muscari. En un pasaje de la charla, Norma Pons confiesa estar cansada por el ritmo agotador de ensayos. Sin embargo, no hay que creerle demasiado porque en la pasada de recién la rompió. "¿Sabés qué pasa chiquitín? Muscari es un chico joven, yo no lo conocía. Y había que acoplarse a todo esto que pide. Para mí, que soy la mayorcita, Cash es un regalo, pero me costó mucho todo esto, no te creas..."
Ok, vamos a creerle.
Por lo pronto, el sábado comienza a funcionar la rueda de la fortuna. Y si además de todos los desafíos artísticos en juego va bien en boletería, el negocio de Cash será redondo.
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Para agendar:
Cash, con Daniel Aráoz, Belén Blanco, Juan Carlos Dual, Nacho Gadano, Gustavo Garzón, Norma Pons y Ronnie Arias. Dirección: José María Muscari.
Maipo, de martes a domingos, a las 20.30.
Cash, con Daniel Aráoz, Belén Blanco, Juan Carlos Dual, Nacho Gadano, Gustavo Garzón, Norma Pons y Ronnie Arias. Dirección: José María Muscari.
Maipo, de martes a domingos, a las 20.30.
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Por Alejandro Cruz De la Redacción de LA NACION 8/1/09
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